Lamis Feldman. Esmaltes, Museo de Bellas Artes, 1972

Por Rigel García

“Hasta que no tenga por segura la imposibilidad de realizar algo, no puedo dejar de insistir”, declaraba Lamis Feldman en el catálogo de Esmaltes, su tercera exposición individual y la primera organizada en el Museo de Bellas Artes, Caracas, en noviembre de 1972. Esta frase describe acertadamente la trayectoria de Feldman en el esmalte sobre metal, caracterizada por un tenaz impulso investigativo y una renovación técnico-formal sin precedentes en Venezuela. Probablemente fue esa misma voluntad la que la llevó a solicitar a Miguel Arroyo, entonces director del MBA, una sala para organizar su exposición; gesto que se apartaba de los usuales protocolos institucionales[1] pero que revela una firme determinación y autoconciencia artística. El esmalte sobre metal era entonces una disciplina poco valorada en el país, entendido como un arte menor, decorativo y sin potencial; una apreciación que la muestra de Feldman vino a desmontar con creces.

Más de doscientas piezas[2] conformaron la muestra instalada en la sala donde regularmente se exhibían las colecciones de arte egipcio y arte prehispánico del MBA, en la parte posterior del edificio. El montaje fue diseñado por Miguel Arroyo y la selección incluyó no sólo las tradicionales formas abiertas –bowls y pequeños cuencos–, sino las primeras aproximaciones de Feldman a las formas cerradas: vasos altos, recipientes cuasi-cerrados o cerrados, con o sin tapa, y piezas completamente cerradas en forma de huevo, llamadas Omphalos. Hasta entonces, la forma cerrada había permanecido en el terreno de la imposibilidad técnica para los esmaltistas, considerada a menudo como un tabú. La persistencia de Feldman sería fundamental para trascender esta limitación. Llevar al extremo el ya tradicional trabajo de las láminas de cobre en el torno –para el que contaba con la asistencia de un especialista radicado en la localidad de Maca, estado Miranda– le permitió la creación de formas de pronunciada concavidad y casi cerradas. Adicionalmente, el intercambio de ideas con otro artesano la guió a experimentar con la soldadura en cobre –técnica no exenta de dificultades– concretando, así, sus primeras formas cerradas, presentes en esta muestra. Feldman continuaría esta investigación hasta asegurar la integridad estructural del objeto desde su origen, es decir, la realización de una forma cerrada en una sola pieza, en lugar de ensamblada por partes. Estos resultados fueron presentados en otra exposición individual, titulada también Esmaltes, en el MBA en 1976.

Para el momento de su exhibición en 1972, Feldman venía de una etapa de prolífica producción y experimentación con el esmalte en su casa-taller ubicada en el edificio Loma Verde[3], en Colinas de Bello Monte, Caracas. Había presentado sus collares esmaltados por primera vez en 1968, en la galería El Puente, y a continuación piezas convencionales junto a placas con diseños geométricos en blanco y negro en una muestra en la galería del Banco Nacional de Ahorro y Préstamo ese mismo año. El conjunto de piezas exhibido en el MBA constituyó, en ese sentido, un punto de inflexión en su carrera, manifestando el despegue de los sorprendentes hallazgos en materia técnica y formal que continuaría concretando en años posteriores. Tal como lo reseñan la prensa y la propia artista, la exposición fue un éxito y gran parte de las piezas fueron adquiridas por ávidos coleccionistas y visitantes.

El catálogo de la exposición fue diseñado desde el MBA por Álvaro Sotillo e ilustrado con fotografías de Paolo Gasparini: en la portada una secuencia de imágenes de la artista en su taller y al interior los perfiles de distintas piezas, lo que favorecía la apreciación de las nuevas tipologías. El texto “Notas tomadas por Claudio Perna”, si bien conservaba en el título la alusión a quien realizó la entrevista o compilación, cedió todo el protagonismo a Feldman a través de la exclusiva enunciación de sus ideas, lo que le otorga un cierto aire de manifiesto o declaración de principios creativos. La voz de Perna –fotógrafo, docente y pionero del conceptualismo en Venezuela– no aparece, salvo en la selección que probablemente hizo del conjunto original de declaraciones, con lo que la lectura del texto fluye entre la conversación tácita y el monólogo, conservando la cercanía e intimidad de ambos registros.

Entre las ideas que Feldman expresa a lo largo de esta entrevista destaca la importancia otorgada al componente vital tanto de la praxis creadora como de lo creado, a través de experiencias como el sentimiento, la intuición y lo visceral, que concretan lo que denomina una “fisiología espiritual”. Su interés en el componente metafísico de los procesos de transformación de la materia se refleja en algunos títulos de las piezas, que refieren a conceptos de la alquimia y la teosofía, o a personajes mitológicos de diferentes culturas. En esta misma línea, hay en la artista una voluntad de integración, desde las distintas actividades de su vida (“universitarias y artesanales”) que concibe como parte de un mismo fenómeno creativo, pasando por las diversas técnicas (acuarelas, grabado, teatro) que, confiesa, alimentaron su aproximación a este proyecto, hasta la misma noción de cultura. De igual modo, describe su empeño en indagar durante meses en el comportamiento de los materiales, lo que deja claro el protagonismo de la investigación. Feldman no oculta el papel del accidente, el error y la pérdida en su proceso, cuando afirma que “no importa que se arruinen 21 piezas, lo importante es que me doy cuenta de la razón precisa”. Investigar, aún en lo que salió mal, llevará a Feldman a sacar lo mejor de cada resultado y a establecer un afortunado diálogo entre el dominio técnico y el imprevisto.

_

[1] Feldman recuerda la sorpresa que causó su solicitud aún en el mismo Arroyo, pero principalmente en el equipo de trabajo del museo con quien éste compartía la oficina. Si bien en ese momento las salas estaban ocupadas, el director le aseguró un espacio en la programación expositiva y visitó el taller de la artista para conocer sus avances en la técnica.

[2] La lista de obras del catálogo de la exposición enumera 227 esmaltes, mientras que una de las reseñas en prensa menciona 264 piezas. Feldman asume que esta disparidad pudo deberse a adiciones de último momento durante el montaje que no se vieron reflejadas en el catálogo.

[3] En el edificio Loma Verde, segunda etapa del emblemático conjunto Altolar (Arq. Jimmy Alcock, 1965-1967) y lugar en el que Lamis Feldman compartía residencia con Álvaro Sotillo, vivían también Gego y Gerd Leufert, Lourdes Blanco y Miguel Arroyo: un ambiente de ebullición creativa propicio al intercambio de ideas y al contacto entre profesionales de distintas áreas del medio artístico.

_

Documentos _ Archivo Lamis Feldman y Cinap-GAN:

[“Clausuró en el Museo de Bellas Artes la exposición de esmaltes de Lamis Feldman”]. En: 7mo. Día. Caracas, 3 de diciembre 1972.

“Esmaltes de Lamis Feldman”. En: El Nacional. Caracas, 13 de noviembre 1972.

“Esmaltes de Lamis Feldman en Bellas Artes”. En: La Verdad. Caracas, 12 de noviembre 1972.

Lamis Feldman. Esmaltes [catálogo de exposición]. Museo de Bellas Artes, Caracas, 1972.

Schön, Elizabeth. “Aves y esmaltes”. En: El Nacional. Caracas, 3 de diciembre 1972.

“Esmaltes de Lamis Feldman en Bellas Artes”. En: La Verdad. Caracas, 12 de noviembre 1972. Archivo Cinap-GAN

“Esmaltes de Lamis Feldman”. En: El Nacional. Caracas, 13 de noviembre 1972. Archivo Cinap-GAN

Elizabeth Schön. “Aves y esmaltes”. En: El Nacional. Caracas, 3 de diciembre 1972. Archivo Cinap-GAN.

[“Clausuró en el Museo de Bellas Artes la exposición de esmaltes de Lamis Feldman”]. En: 7mo. Día. Caracas, 3 de diciembre 1972. Archivo Cinap-GAN

Lamis Feldman. Esmaltes [catálogo de exposición]. Museo de Bellas Artes, Caracas, 1972, portada.

Lamis Feldman. Esmaltes [catálogo de exposición]. Museo de Bellas Artes, Caracas, 1972, [p. 1].

Lamis Feldman. Esmaltes [catálogo de exposición]. Museo de Bellas Artes, Caracas, 1972, [p. 2].

Lamis Feldman. Esmaltes [catálogo de exposición]. Museo de Bellas Artes, Caracas, 1972, [p. 3].

Lamis Feldman. Esmaltes [catálogo de exposición]. Museo de Bellas Artes, Caracas, 1972, [p. 4].

Lamis Feldman. Esmaltes [catálogo de exposición]. Museo de Bellas Artes, Caracas, 1972, [p. 5].

Lamis Feldman. Esmaltes [catálogo de exposición]. Museo de Bellas Artes, Caracas, 1972, [p. 6].

Lamis Feldman. Esmaltes [catálogo de exposición]. Museo de Bellas Artes, Caracas, 1972, [p. 7].

Lamis Feldman. Esmaltes [catálogo de exposición]. Museo de Bellas Artes, Caracas, 1972, [p. 8].

Lamis Feldman. Esmaltes [catálogo de exposición]. Museo de Bellas Artes, Caracas, 1972, contraportada.

Lamis Feldman | Aventrum, 1972 | Esmalte sobre metal | 14,5 x 8,5 x 8,5 cm | Colección FMN – Galería de Arte Nacional

Lamis Feldman | Omphalos, 1972 | Esmalte sobre metal | 5,4 x 5,1 x 5,1 cm | Colección FMN – Galería de Arte Nacional

Lamis Feldman | Omphalos, 1972 | Esmalte sobre metal | 5,6 x 5,1 x 5,1 cm | Colección FMN – Galería de Arte Nacional